Como miró Cristo? ¿Existe alguna imagen o semejanza que represente la verdadera apariencia Cristo? ¿Podemos determinar más o menos que cómo era Cristo? El verdadero rostro de Cristo es para nosotros un misterio. Es difícil definir y reproducir perfectamente la apariencia de una persona que caminó por este mundo hace más de 2.000 años. Sin embargo, su figura es muy importante para nuestra cultura.

Siempre ha habido una imagen de cómo era Cristo, que se ha ido moldeando y fijando a lo largo de los años. En diversos tipos de mensajes cinematográficos o artísticos se representa a Cristo como un hombre apuesto, con pelo y barba largos. Sin embargo, para determinar la verdadera apariencia de Cristo es necesario recurrir a la ayuda científica, ya que en los relatos bíblicos no encontramos mucha información al respecto. El enfoque científico comienza con el propio origen de Cristo. Al fin y al cabo, vivía en Oriente Medio y tenía raíces judías.

Por lo tanto, es con gran certeza que Él debe ser representado con una tez ligeramente oscura y aceitunada. Según los relatos bíblicos, lo único que sabemos es que el aspecto de Cristo era bastante normal y no destacaba entre la multitud. También hay dudas sobre su peinado, porque en aquella época se consideraba vergonzoso llevar el pelo largo. Por tanto, lo más probable es que Cristo tuviera el pelo corto y oscuro, rasgos faciales chiítas y llevara barba.


También debemos recordar la existencia de la Sábana Santa de Turín, que desde hace años se considera el verdadero reflejo de la imagen de Cristo. Su cuerpo fue envuelto en el sudario inmediatamente después de la crucifixión y se supone que la imagen del rostro y toda la silueta del Hijo de Dios se conservan en él. Sin embargo, no hay certeza sobre la autenticidad del sudario, que se ha cuestionado muchas veces a lo largo de los años.