Para algunos, la pregunta del título puede parecer muy tendenciosa o incluso inapropiada, y hablar del pecado en el contexto de las relaciones íntimas es, después de todo, bastante difícil. ¿Es el sexo oral un pecado? ¿Cuándo puede ser, quién puede, y si es así? ¿Por qué es necesario discutir cuestiones tan intrincadas?

Qué es y qué da el sexo oral

La satisfacción oral, o por vía oral, es posible tanto en el lado femenino como en el masculino. De esta manera se pueden estimular varias zonas íntimas, lo que hace que estas caricias sean una parte bienvenida de los juegos preliminares. Esto, a su vez, es muy importante en el contexto de todo el acercamiento: dos personas haciendo el amor encienden lentamente el calor en el otro, lo que luego lleva a la penetración, por supuesto llena de sensaciones profundas.

¿Puede un católico siquiera pensar en tal manera? Por supuesto. La condición básica que debe cumplirse es el matrimonio; sólo después de eso, las aproximaciones de este tipo se consideran adecuadas y no pecaminosas.

Sexo oral. ¿Es eso un pecado?

Lo que importa no es sólo la base del matrimonio en sí, sino también la intención de la pareja. Recordemos que toda relación sexual, según los supuestos de la fe católica, se supone que es un camino hacia uno de los dones más hermosos: la vida. Mantener relaciones sexuales de tal manera que el hombre eyacule fuera de la vagina de la mujer está mal.

Pero, sobre todo, esto no significa que el comportamiento oral sea totalmente malo. Por el contrario, es una parte de la naturaleza humana, e incluso del subconsciente, que esconde comportamientos que provienen de Sin embargo, desde la infancia. Es sexo ¿Es el sexo oral un pecado como parte del juego previo? No debería tratarse así, pero también hay que prestar atención a las necesidades y preferencias de ambos.

La más importante de las cuestiones orales es la conversación

Hay una razón por la que las enseñanzas prematrimoniales se llevan a cabo en la Iglesia Católica. Se supone que deben enseñar no sólo reacciones y actitudes muy específicas, sino también, sobre todo, una apertura a la comunicación. Los deseos de caricias orales pueden ser tan fuertes en un lado como rechazantes en el otro. Hay que llegar a un compromiso adecuado cada vez, para que estar juntos sea un placer y no una cadena de subestimaciones.

En las Escrituras se aborda muchas veces el tema de la moral, incluso en Carta a los Corintios y por Santo Tomás. ¿Habrá una respuesta a la pregunta de si el sexo oral es pecado? Sí, ¡pero no se dictará directamente! Estudiosos de la Biblia y clérigos de todo el mundo, entre otros, analizan estas cuestiones. Merece la pena escuchar a los sacerdotes que hablan con una sola voz: la relación sexual no es una entrega mecánica de placer al otro, sino un acto más profundo en el que el placer está conectado con la conciencia de la concepción y la posibilidad (¡el deseo!) de formar una familia.