Por qué cielo ¿es azul? ¿Por qué es azul el cielo? En cierto modo, la respuesta a esta pregunta ya se ha dado en otra parte de este artículo, relativa a los diferentes colores del cielo y su relación con los signos divinos. Aquí intentaremos centrarnos en la física pura y alejarnos, al menos por un momento, de los temas relacionados con nuestra religión.
Como ya sabemos, nuestro Cielo físico que vemos cada día tiene poco que ver con el Cielo bíblico que es el destino de toda alma creyente. Sin embargo, el Cielo que nos rodea y que miramos cada día ha sido creado por Dios. Fue el Señor quien le dio la forma que encontramos cada día. Es . Dios gobierna los fenómenos que se producen en ella y que hacen que tenga el aspecto que tiene.
¿Por qué el cielo es azul / por qué el cielo es azul? El color del cielo y de las nubes que en él se encuentran depende de los fenómenos ópticos que se producen en él. El principal fenómeno óptico en este caso es la dispersión y refracción de la luz solar por las partículas de su superficie. Por partículas entendemos aquí, por ejemplo, gotas de agua, cristales de hielo y diversos tipos de polvo suspendidos en el aire. El color del cielo, o más bien la dispersión de la luz, depende en gran medida de la composición química de la atmósfera.
Todo lo que vemos con el ojo humano es el resultado de los rayos solares que se reflejan en un objeto al llegar a nuestro ojo. Un cielo azul claro es el resultado de la dispersión de la radiación solar por parte del aire a través de la atmósfera terrestre.
Si la atmósfera no existiera o la luz no fuera dispersada por ella, entonces veríamos el espacio negro del espacio. El cielo nos parecería negro y las estrellas serían visibles durante el día. La dispersión de los rayos por la atmósfera se debe a las moléculas de los gases que la componen, que son mucho más pequeñas que la longitud de onda de la luz solar.
La luz que interactúa con estas partículas sufre lo que se denomina dispersión Rayleigh. La dispersión de dicha onda es mayor para la luz de color violeta, pero debido a la baja intensidad del violeta en el espectro y por las características del ojo humano, el cielo es azul.