Corría el año 1958 cuando una joven llamada Bernadette comenzó a experimentar una serie de apariciones marianas, dieciocho en total. Sólo cuatro años después, las llamadas apariciones de Lourdes fueron reconocidas como auténticas por el obispo del municipio de Tarabes, en los Altos Pirineos franceses.

Hoy en día, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes es un lugar de peregrinación frecuente. No es de extrañar, ya que Iglesia reconoció oficialmente la ocurrencia de hasta 67 milagros en el lugar, y los casos de curación inexplicable se cuentan por miles. Bernadette, que fue objeto de las apariciones de Lourdes, se encontró con la "Bella Señora" en la gruta cercana. Se supone que dijo durante la fiesta de la Anunciación: "Yo soy la Inmaculada Concepción...". Testigos de los hechos eran los habitantes de la zona, que muy a menudo buscaban refugio y descanso en la gruta.

La aparición de Lourdes

El signo más significativo que trajo otra aparición de Lourdes fue la aparición de una fuente milagrosa. Tras lavarse en ella, los visitantes de la gruta de Massabielle tenían la posibilidad de curarse por completo. Conviene saber que hoy en día la imagen de la Virgen María, realizada por un escultor de Lyon en 1964, es muy popular. El propio ubicación Cada año, el culto es visitado por varios millones de peregrinos, entre ellos muchos enfermos terminales que buscan alivio a su enfermedad. También se organizan allí peregrinaciones desde Polonia con mucha frecuencia. Cabe destacar que la propia Bernadette ha sido declarada santa, y que también existe su iglesia dentro del Santuario.