En contra de las apariencias, este tipo específico de oración no está reservado únicamente a los poseídos y a los sacerdotes exorcistas, que pronuncian sobre ellos las palabras adecuadas. La oración exorcista aparece incluso durante la recepción del sacramento del bautismo, cuando el sacerdote pide liberar al niño del pecado original.

Otro ejemplo de oración de exorcismo es la dirigida a San Miguel Arcángel, que dice

Oración del exorcista

"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Contra la maldad y las asechanzas del espíritu maligno sea nuestra defensa. Deja que BDios matará, pedimos humildemente. Y tú, Príncipe de las huestes celestiales, Satanás y otros espíritus malignos, queque son para la destrucción de las almas en el mundo, por el poder de Dios, arrojado al infiernoa. Amén"

Esto se conoce como un exorcismo simple, que puede ser realizado por cualquier persona bautizada. También incluyen oraciones específicas para la liberación: del miedo y de la tentación. Las palabras citadas anteriormente pueden considerarse como uno de los métodos de protección contra la posesión, que por desgracia son cada vez más frecuentes en el siglo XXI. Por esta razón, las autoridades eclesiásticas fomentan ampliamente, por ejemplo, el rezo del rosario, ya que María se considera un "escudo protector" especial en la lucha contra Satanás.

Sin embargo, hay que recordar que se puede encontrar una forma más avanzada, que es un exorcismo solemne. Esta oración está reservada a los sacerdotes de mayor rango: obispos y exorcistas especialmente preparados para recitarla. Sin embargo, muy importante para todo católico deberían ser las tres palabras "Jesús confío en ti", consideradas también como una especie de exorcismo.