La crucifixión blanca es una de las imágenes favoritas del Papa Francisco. Es una obra de gran riqueza simbólica, que alude al origen de la Cristola situación de los judíos y la geopolítica, cuando se pintó el cuadro.

Crucifixión blanca

El primer fondo muestra un crucificado Jesús. Llama la atención la túnica en la que está envuelto: es un tallit, o manto, utilizado por los judíos durante la oración. Esto puede interpretarse como que Cristo pertenece a la comunidad judía, pues el Nazareno nació bajo la ley.

La parte izquierda del cuadro muestra casas volcadas y en llamas. Es una referencia a los dramas de los judíos que tuvieron lugar en Alemania en los años 30 y 40.

También se ve un barco con gente, presumiblemente los judíos que huyen de Estados Unidos del socialismo. El artista también ha colocado a los revolucionarios en marcha (derecha) y las almas de los muertos, justo encima del Mesías.

Marc Chagall es sin duda un pintor con una historia rica y difícil. A través de su obra, expresó sus recuerdos e indicó que, a pesar del sufrimiento y las dificultades, la verdadera felicidad puede descubrirse precisamente en Dios.

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