¿Cuáles son los pecados de impureza? La suciedad es uno de los siete pecados capitales. "Nada impuro entrará en el reino de los cielos. Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios", leemos en el Evangelio de San Mateo. Sabemos que la enseñanza de la Iglesia Católica condena la impureza. La pregunta, sin embargo, es qué hay realmente detrás de esta noción.

En principio, cada pecado que cometemos puede considerarse una manifestación de impureza. En la práctica, sin embargo, el pecado de impureza se identifica más a menudo con la impureza sexual. Se menciona mandamiento El sexto, que dice "no cometerás adulterio", y el noveno mandamiento que dice "no codiciarás la mujer de tu prójimo".

En el Nuevo Testamento encontramos una descripción en la que Jesús señala al corazón como la fuente de toda impureza espiritual. "Lo que sale del hombre lo hace impuro. Porque de dentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la fornicación, el robo, el asesinato, el adulterio, la avaricia, la perversidad, las insinuaciones, el libertinaje, la envidia, las injurias, maridajela tontería". - leemos en el Evangelio de San Marcos.

Hoy en día, la impureza se manifiesta principalmente satisfaciendo la lujuria sexual. Cada vez es más frecuente que la gente haga caso omiso de la Iglesia La prohibición católica de las relaciones sexuales prematrimoniales. La búsqueda de la aventura sexual conduce a la perdición moral. Dejamos de ver a la otra persona como un ser humano. En cambio, lo vemos como un objeto de deseo sexual. Esto constituye el pecado obvio de impureza; y un pecado grave, además.

¿Qué pecados impiden recibir la Sagrada Comunión? El sacramento de la Eucaristía se considera uno de los más importantes de la Iglesia Católica. Según muchos sacerdotes, recibir la Sagrada Comunión es necesario para participar plenamente en la Misa. La recepción regular de la Eucaristía es también uno de los requisitos para la salvación del alma. "El que come esto panvivirá para siempre", leemos en las Escrituras.

Para recibir la Sagrada Comunión con dignidad, es necesario tener un corazón puro, libre de pecado. Para ello, es aconsejable confesarse antes de recibir la Eucaristía cada vez. Sin embargo, esto es logísticamente difícil de hacer y la mayoría de los fieles optan por confesarse una vez al mes.

Por supuesto, esto no tiene nada de malo, ya que aquellos que sólo han cometido pecados leves (es decir, que han transgredido mandamientos Dios en un pequeño grado o sin la presencia de la conciencia) puede recibir la Santa Comunión sin miedo. Simplemente, el sacramento de la Eucaristía "borra" los pecados leves.

La comunión, en cambio, no puede ser recibida por quienes tienen un pecado grave o mortal en su conciencia y no han recibido la absolución. Los pecados graves incluyen, pero no se limitan a: no asistir a la misa dominical, el adulterio, el robo, la idolatría, el fraude y el ocultismo. En cambio, los pecados mortales, como su nombre indica, se refieren a privar a alguien de la vida.

Marketing para contenidos religiosos y más
Inteligencia artificial