¿Qué es la santidad? El concepto de santidad se identifica con las religiones. Para ser llamado santo, uno tiene que dar testimonio con su vida de la fe; ser obediente a la religión y a sus principios. Una persona con la condición de santo debe ser considerada por los demás como un modelo a seguir.

La santidad también se refiere a la pureza espiritual. Para lograrlo, es necesario renunciar a todas las tentaciones terrenales. El corazón de un santo debe estar abierto a Dios y al prójimo, rechazando a su vez el mal. Por otro lado, no olvidemos que las personas que han sido reconocidas por el Iglesia Católicos para los santos, siguen siendo personas corrientes. No podemos equipararlos con una deidad.

Y no sólo eso. Si seguimos las biografías de los santos, también nos encontraremos con algunos que en algún momento de su vida se equivocaron y pecaron. Santa Pelagia la Penitente fue inicialmente una prostituta en Antioquía. San Agustín de Hipona, en cambio, vivió en concubinato con su esclava durante varios años. Estos ejemplos demuestran que todo el mundo tiene derecho a equivocarse. En última instancia, lo más importante es abandonar los malos hábitos y convertirse a Dios.

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